Un gusano informático es un tipo de malware que se propaga a través de redes informáticas y sistemas conectados en todo el mundo. A diferencia de otros tipos de malware, como los virus o los troyanos, los gusanos informáticos no necesitan que el usuario realice una acción específica para propagarse. En cambio, los gusanos informáticos pueden propagarse automáticamente a través de sistemas conectados a una red sin la intervención del usuario.
Los gusanos informáticos se propagan aprovechando vulnerabilidades en el software y los sistemas operativos. Una vez que un gusano informático infecta un sistema, puede propagarse rápidamente a otros sistemas conectados a la misma red. Esta propagación puede ser particularmente rápida y peligrosa en grandes redes empresariales y gubernamentales.
Una vez que un gusano informático infecta un sistema, puede llevar a cabo una variedad de actividades maliciosas. Estas pueden incluir la instalación de otros tipos de malware, la recopilación de información confidencial y la creación de puertas traseras en el sistema infectado para permitir un acceso no autorizado en el futuro. En algunos casos, los gusanos informáticos también pueden sobrecargar un sistema infectado, lo que puede causar que el sistema falle o se vuelva inoperable.
Los gusanos informáticos han sido responsables de algunos de los ataques informáticos más notables de la historia. El gusano informático Morris, que se propagó a través de la incipiente Internet en 1988, fue uno de los primeros gusanos informáticos importantes. En 2003, el gusano informático Slammer causó interrupciones en Internet y en sistemas críticos de infraestructura en todo el mundo. En 2010, el gusano informático Stuxnet fue responsable de dañar el programa nuclear iraní.
Para protegerse de los gusanos informáticos, es importante mantener el software y los sistemas operativos actualizados con los últimos parches de seguridad. También es importante utilizar software antivirus y firewall para ayudar a detectar y prevenir infecciones de gusanos informáticos. Además, es importante educar a los usuarios sobre las mejores prácticas de seguridad informática, como la importancia de no abrir correos electrónicos de remitentes desconocidos o no confiables.