En el ámbito de las operaciones bancarias no presenciales, la geolocalización de dispositivos ha emergido como un aspecto crítico en el marco regulatorio. La reciente reforma a la disposición 24a., segundo párrafo, de las disposiciones generales referentes al artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito, establece la obligación de obtener pruebas sólidas sobre la geolocalización en las transacciones financieras realizadas a través de medios electrónicos.
El caso de una quejosa que promovió un juicio de amparo indirecto tras el primer acto de aplicación de esta disposición resalta la importancia de acreditar fehacientemente la geolocalización del dispositivo desde el cual se llevó a cabo la operación bancaria. El Tribunal Colegiado de Circuito ha establecido que la parte quejosa debe demostrar no solo ser usuaria del sistema, sino también proporcionar pruebas concretas de la geolocalización, es decir, las coordenadas geográficas de latitud y longitud del dispositivo utilizado para acceder a Internet durante la operación.
Esta medida legal busca principalmente mejorar la seguridad y claridad en las transacciones financieras, especialmente para identificar y vigilar actividades sospechosas vinculadas con el lavado de dinero o el financiamiento del terrorismo. La geolocalización es vista como una herramienta esencial para seguir la pista del origen y destino de los fondos en las operaciones electrónicas.
La importancia de esta tecnología radica en su capacidad para proporcionar datos precisos sobre la ubicación física desde donde se realizan las transacciones, lo que permite a las instituciones financieras detectar patrones inusuales o desviaciones significativas que podrían indicar posibles actividades ilícitas. Esto contribuye a fortalecer la integridad del sistema financiero y a prevenir el mal uso de los servicios bancarios.
Para demostrar la geolocalización de manera efectiva, se necesitan pruebas sólidas que respalden este proceso:
Documentación de la Transferencia Electrónica: Se requiere tener evidencia detallada de la transacción, lo cual implica mostrar imágenes de pantalla que revelen la cadena de caracteres generada durante la operación. Esta documentación debe ser aceptada y validada por la institución bancaria involucrada en la transacción.
Prueba Pericial en Informática: La asistencia de expertos en informática puede resultar fundamental para verificar la obtención precisa de las coordenadas geográficas del dispositivo utilizado. A través del uso de tecnologías avanzadas, como el análisis forense digital, se puede confirmar la conexión del dispositivo a Internet durante la operación bancaria.
Estos métodos garantizan una validación adecuada y confiable de la geolocalización, proporcionando así pruebas sólidas para respaldar el proceso legal requerido.
La implementación efectiva de esta disposición requiere un equilibrio entre la seguridad financiera y la protección de la privacidad del cliente. Es fundamental que las instituciones bancarias cumplan con los estándares regulatorios y utilicen tecnologías de verificación confiables para garantizar la autenticidad y validez de las transacciones realizadas de manera remota.
La geolocalización en las operaciones bancarias no presenciales representa un componente crucial en la lucha contra actividades financieras ilícitas.
Referencia:https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/tesis/2025357