El phishing y el pharming son dos tipos de ataques cibernéticos que buscan obtener información personal y confidencial de las víctimas.
El phishing es un tipo de ataque en el que un atacante se hace pasar por una entidad legítima, como un banco o una empresa, para engañar al usuario y hacer que revele información personal y confidencial, como contraseñas, números de tarjetas de crédito, entre otros. Los atacantes suelen enviar correos electrónicos o mensajes de texto que parecen legítimos, pero que en realidad son fraudulentos y buscan engañar al usuario.
Por otro lado, el pharming es un tipo de ataque en el que un atacante redirige el tráfico de un sitio web legítimo a un sitio web falso y fraudulento que parece idéntico al original. El objetivo del pharming es hacer que los usuarios revelen información personal y confidencial, como contraseñas y números de tarjetas de crédito, en el sitio web falso. Los atacantes suelen utilizar técnicas de envenenamiento de DNS (Domain Name System) para redirigir el tráfico de un sitio web a un sitio falso.
En resumen, ambos ataques buscan engañar al usuario para obtener información personal y confidencial, pero mientras que el phishing se enfoca en engañar al usuario a través de mensajes fraudulentos, el pharming busca redirigir el tráfico de un sitio web legítimo a un sitio falso.
